178.000.000
178.000.000 es el número de resultados, que a fecha de 4 de octubre 2017 aparecen en Google si introducimos la palabra CREATIVIDAD.
Son 178.000.000 razones para preguntarnos qué se encierra en esa palabra. Por qué le damos tanta importancia, al menos para las personas que estén leyendo este blog en estos momentos.
No pasan varios días sin que oiga la importancia que radica en la creatividad. Que si es necesaria para que un país sea rico, que si nos va a sacar de la crisis, que si las empresas subsisten y crecen es gracias a su puesta en práctica, y así un sinfín de causas ganadas gracias a su uso.
Por todos lados veo y oigo que es necesaria su aplicación en cualquier ámbito. De hecho, no paro de escuchar a muchos «expertos» basar su discurso en que la creatividad no ha de ser solamente un término que se «nombra», sino que lo que realmente hay que hacer es utilizarla de forma práctica. Francamente, me resulta chocante que esas personas lo que realmente están haciendo es hablar y no actuar. Haciendo uso del principio de Pareto (y al que dedicaré un artículo en este blog) el 80% de los que se denominan «expertos» en creatividad e innovación, saben hablar muy bien, aunque no saben muy bien de lo que hablan. Conocen muy bien la teoría y saben explicarla de una forma muy clara para que todo el mundo les entienda a ellos (que no es lo mismo que entiendan lo que están explicando), aunque ponerla en práctica, amigo mío, eso es harina de otro costal. Salimos de esas charlas o cursos encantados, preguntándonos como hemos podido vivir sin conocer las virtudes de la creatividad. Consideramos que hemos vuelto a nacer, y de que se nos acaba de abrir el cielo. Pero cuando queremos llegar hasta él, nos damos cuenta que somos incapaces siquiera de acercarnos. En ese momento volvemos la vista hacia nuestro «experto» y lo ensalzamos como un gran visionario capaz de elevarse por encima del resto de las personas mundanas.
Como bien me dijo hace muchos años el abogado y amigo mío Francisco Serantes Peña , hay escritores que escriben un libro para que los lectores se den cuenta de lo mucho que sabe el autor, mientras que hay otros que lo escriben para que el lector aprenda lo mucho que sabe el escritor. Lo mismo sucede con los cursos, charlas y demás conferencias que se dan por ahí . Por otro lado está el restante 20%, en este intento día a día poder situarme, y aquí se encuentran las personas que saben muy bien cómo se produce ese proceso creativo, aunque en algunos casos no sean capaces de poder explicarlo tan bien como otras.
Es bien conocido que una imagen vale más que mil palabras. A su vez, también es cierto que hay palabras que valen más que mil imágenes.. Fundamentalmente , este tipo de palabras tienen que ver, como no, con los sentimientos y las emociones. ¿Se puede explicar con imágenes todo lo que encierra la palabra amor?, ¿y miedo?, ¿y fascinación?… Sabemos que el fundamento último de la creatividad son las emociones, y por ello es tan difícil, en ocasiones poder expresar claramente ese proceso creativo aunque se haya experimentado. Este aspecto de la creatividad lo trataré en un blog posterior.
Existe un 80% que saben explicar, un 80% que saben comunicar, un 80% que tienen muy claro (aunque algunos no tanto) cómo han de ser las empresas, losentornos y cómo han de comportarse las personas para que «surja» la creatividad. Un 80% que en definitiva, son «expertos» en mover ejércitos en un mapa para intentar ganar la batalla, y finalmente la guerra. Al otro lado se sitúa el 20% restante, ocupado en entender el problema o la necesidad real , un 20% que se ocupa de conseguir la mayor información posible al respecto, un 20% centrado en desarrollar ideas nuevas y mejorar las que ya existen y un 20% que plasma esas ideas en bienes y servicios que satisfacen esa necesidad o resuelven ese problema.
Desgraciadamente, el mercado está lleno de Universidades, institutos, academias y un largo etcétera de instituciones en dónde el 80% de los conocimientos que se enseñan van enfocados a aprender a dirigir la creatividad de los demás. Lugares en donde se forman a los futuros generales de la creatividad, que serán los que moverán esos ejércitos en un determinado entorno para conseguir las victoriamarcadas. Mientras tanto, el otro 20% del tiempo y conocimientos se dedica a aprender el uso de las armas, a cómo luchar en el campo de batalla, a utilizar todos los medios disponibles para conseguir esa victoria tan necesaria, a apuntar con precisión, a elaborar emboscadas teniendo en cuenta el terreno y la meteorología. En definitiva, a enseñar el verdadero arte de la lucha en el campo de batalla. Yo mismo estoy en posesión de un Master en Innovación Tecnológica en el cual las cosas fueron como las estoy contando. Así mismo, me he dedicado a realizar cursos de todo tipo y a acudir a charlas de toda índole, y en casi todas ellas he salido con la misma opinión, o incluso más reforzada.
Con todo esto no pretendo menospreciar a estos profesionales-generales, ya que el ejército victorioso, es sin duda, aquel que cuenta con los mejores mandos y los soldados más preparados. Estos mando son necesarios para canalizar los intereses de las instituciones y conseguir que todos los componentes se esfuercen en un objetivo común. Lo que realmente me duele es ver cómo prácticamente no existe ninguna «academia militar» en donde poder formarverdaderamente excelentes creadores-soldados.
Estamos aventurándonos en el campo de batalla con un ejército desequilibrado. Compuesto en una mayoría por personas que «saben» (o no) lo que hay que hacer para que otros creen, y con una minoría que realmente sabe cómo crear. Esta fórmula nos llevará con toda probabilidad a una derrota casi asegurada. Tal vez, y solo tal vez, si conseguimos darle la vuelta a la estructura y formar un ejército con una amplia base de soldados preparados, tal vez, y solo tal vez, estaremos en disposición de ganar las próximas 1.000 batallas.
Generales tenemos muchos, y lugares donde crearlos también. Sabemos que el poder lo otorga el resultado en el campo de batalla, y también sabemos que ese lugar es el feudo de los soldados que conocen muy bien su oficio.
Con todo lo anteriormente expuesto, solo queda decir que lo que pretendo con la creación de este blog y con la aportación que en él todos hagamos , ya no esaportar sabiduría sobre el «arte de la guerra», sino conocimiento práctico en el «arte de la batalla»». Es un blog pensado y desarrollado, más que para las estrategias de los generales, para las tácticas de los soldados. Para esossoldados que quieren conseguir la victoria en todas las batallas en las que participen. En definitiva es un blog en el que tienen cabida todos los creadoresque se consideran a sí mismos soldados, y en especial a los que se consideranSOLDADOS DE LA CREATIVIDAD.